viernes, 25 de mayo de 2012

6%, Reforma Tributaria y Seguridad Social


El 6% constitucional y sus logros
Fredy Franco | Opinión

Desde el 2007 las universidades del CNU han vivido una situación de estabilidad al cumplirse plenamente la asignación del 6%. Ello ha permitido concentrarse con más energía en el desarrollo universitario, en la búsqueda de mayor calidad y pertinencia, a través de la actualización curricular, la superación posgraduada de los docentes e inversión en equipamiento educativo, científico y tecnológico; en la identificación de fortalezas y limitaciones a través de procesos de evaluación y autoevaluación que deben conducir a la acreditación; todo como parte de la mejora continua, a la que están obligadas como instituciones educativas y científicas.

Las declaraciones del representante del señor Marcello Estevão, de revisar y redirigir el 6% constitucional hacia otros sectores educativos -repetidas por el coro de los enemigos históricos del 6%-, están dirigidas a desacreditar a las universidades, con el claro propósito de quitarle o reducirles el financiamiento público. Es la presión del FMI y sus incondicionales seguidores en el país.

El establecimiento del 6% es una conquista histórica y social con dos propósitos básicos: asegurar el derecho a la Educación Superior del pueblo nicaragüense, y que el Estado cuente con instituciones que velen por el desarrollo profesional, educativo, cultural, científico y tecnológico de Nicaragua.

Ese doble propósito se está cumpliendo con los logros alcanzados por las universidades que reciben financiamiento público:

Ya la Educación Superior con financiamiento público es nacional, no se concentra sólo en dos ciudades, como hace 20 años. Funciona en 41 recintos universitarios en todo el país.

Se ha crecido en presencia territorial, cobertura y matrícula universitaria de manera continua, logrando que 110 mil nicaragüenses (de los 150 mil estudiantes universitarios que hay en el país), estudien en las universidades del CNU, recibiendo beca-arancel, a la que se le suman becas internas y externas, de ayuda económica, transporte y alimentación.

El ingreso y permanencia en la carrera universitaria combina el mérito académico y la condición socio-económica de los estudiantes que provienen mayormente de los sectores populares.

Se desarrollan 286 carreras de grado y 192 de posgrado, con lo cual se atiende el abanico de necesidades humanas, profesionales y científicas, ofreciendo no sólo las que el mercado necesita, sino las que exige el ser humano, la sociedad y la nación.

Los profesionales mejor formados en Nicaragua provienen de las universidades del CNU, porque se cuenta –entre otras- con las mayores y mejores condiciones de calificación y permanencia docente; bibliotecas, infraestructura física y educativa, equipamiento científico y tecnológico. La planta docente existente en las universidades de servicio público alcanzan un alto nivel académico: el 70% tiene algún nivel de posgrado en Especializaciones, Maestría y Doctorados.

El 90% de las investigaciones que se efectúan en Nicaragua se realizan en las universidades del CNU (51 centros de investigación), lo que indica que las universidades son garantes del desarrollo científico y la innovación.

Las universidades también cumplen con funciones de proyección social a través de miles de proyectos y servicios profesionales, académicos, científicos y tecnológicos, que sirven a productores, campesinos, trabajadores, empresarios, municipalidades, instituciones públicas, privadas y a diversas comunidades urbanas y rurales.

Estos logros son la mejor rendición social de cuentas por parte de las universidades, a lo que se une el uso adecuado de los fondos públicos: trimestralmente las universidades rinden informe a la Asamblea Nacional y al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y permanentemente se les audita a través de la Contraloría General de la República, CGR, con resultados correctos en el manejo de los recursos públicos.

Algunos dicen que es mucho dinero invertido; nosotros decimos que es un aporte mínimo, dadas las necesidades crecientes de más matrícula universitaria e inversión académica y científica para el desarrollo. Si nos comparamos con nuestra vecina Costa Rica, nosotros recibimos como aporte estatal seis veces menos de presupuesto, teniendo nosotros 40 mil estudiantes universitarios más que ellos en el sector publico.

El desarrollo educativo de Nicaragua no se resuelve quitándole recursos a un subsistema educativo para dárselo a otro; se logra fortaleciendo el financiamiento a todo el sistema educativo y trabajando cada vez de manera más articulada, para alcanzar una calidad y pertinencia sistémica, desde el preescolar hasta la universidad.



* Profesor UNAN-Managua. Cientista Social e Historiador





























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